La venta online nunca había sido tan necesaria. Seguramente ya compramos en Amazon y estamos familiarizados con las tiendas de nuestras marcas preferidas. Ahora, sin embargo, el eCommerce se extiende a toda nuestra actividad a la hora de comprar.
Luis, gerente de una gran empresa del sector cárnico, nos llamó al día siguiente del inicio del confinamiento. Nos lanzó el reto: construir la tienda online en tiempo récord y adaptada al usuario final. Tuvimos que conceptualizar productos, hacer la estructura del eCommerce y la promoción. 72 horas después, teníamos la primera venta. Imparables desde entonces. Con revisión diaria y mejora continua del funcionamiento.
¿En qué consiste una tienda online?
Obviamente es un espacio donde se pueden conseguir bienes o servicios online. Pero debe cumplir con unos básicos: tener un catálogo con productos y descripciones, una cesta de la compra donde añadirlos, un proceso de compra que recoja los datos y que se comunique con el usuario, una pasarela de pago segura y también el área de usuario para poder acceder a repetir compras o repasar ya hechas.
Un eCommerce debe generar confianza y debe ser fácil comprar en él
Repasamos los elementos críticos y añadiremos aquellos que hacen que todo esto funcione de verdad. Que la tienda web no se quede en un espacio bonito, pero inútil. Que los usuarios de todo tipo con o sin experiencia previa en la compra online se encuentren cómodos y puedan hacer la compra sin fricciones.
La pasarela de pago. El último elemento pero lo que es más crítico
No se puede hablar de un eCommerce completo si no se puede efectuar una transacción. Hay diferentes proveedores:
- Redsys, si ya disponemos de datáfono en la tienda. La integración no es sencilla, está mal resuelta y trae problemas. Los bancos tradicionales llegan tarde. Además, las condiciones sobre las comisiones y el alquiler mensual del datáfono son opacas.
- Paypal. La integración es rapidísima. Crear una cuenta, también. Ahora bien, las comisiones tiran para atrás. Juega a su favor que es una plataforma muy conocida y la mejor valorada por la gente suele comprar online.
- Stripe. La última incorporación al mundo de las pasarelas de pago. Tiene todas las virtudes de paypal con la diferencia que no es necesario tener una cuenta en la plataforma para poder utilizarla. Ah, y las comisiones no son tan altas como Paypal. Es nuestra opción por defecto.
- Bizum. Estamos a la espera de la gran esperanza para las empresas. De particular a particular funciona muy bien.
La experiencia del usuario. Testar, testar y testar. Y volver a revisar.
Para que un eCommerce funcione bien, hay que hacer muchas pruebas y no dar nada por sentado. De entrada puede parecer fácil: vender como lo hace Amazon y por tanto calcar el proceso de venta en lo posible.
Pero una vez asumido el hecho de que nunca seremos Amazon, comienza la aventura. Sabemos qué queremos que hagan los usuarios en nuestra web de venta online. Ahora habrá que ver lo qué hacen realmente. ¿Se atascan al poner un producto en la cesta? ¿O bien el problema está en el checkout? ¿Saben volver atrás y seguir comprando otros productos? ¿Por qué no repiten la compra?
Para poder saber qué pasa y mejorar la plataforma, podemos hacer grabaciones de sesiones de manera aleatoria y aún mejor, preguntar directamente a los usuarios cómo ha sido su experiencia. La sonda principal de información es sin duda Google Analytics.
Analítica web, para saber lo que está pasando
Google Analytics es el complemento básico. Aquí es donde se recoge toda la información de quien nos ha visitado y qué se ha mirado exactamente. Podremos analizar los flujos de navegación incluso en tiempo real.
El posicionamiento, SEO o lo que es lo mismo: hacer las cosas bien hechas
Un eCommerce es una web con una extensión de tienda. Como cualquier web, el posicionamiento es esencial. A DMS3 no concebimos ninguna web sin haber trabajado el SEO. Además, nos dedicamos continuamente al proceso de mejora.
Esto es, tendremos optimizada la parte técnica: que se cargue muy deprisa, que tenga un sitemap como se le espera, que Google sepa que existimos habiendo configurado correctamente la Google Search Console.
También habremos adaptado los contenidos, las imágenes, la meta información. Y sí, de forma sexy para todos: personas y buscadores. Que al fin a al cabo se trata de seducir, no de montar un escaparate agresivo de venta.
La promoción, ¿forma parte del eCommerce?
¡Claro que sí! Es nuestra forma de comunicar al mundo que estamos allí. Para ello, los escaparates digitales son las redes sociales. Tendremos que explicarnos, seducir, gestionar amigos, clientes, fans y detractores. Todo con un orden y una intencionalidad concreta.
De ahí la necesidad de tener canales digitales abiertos. Masivos como Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin. O de ámbito más privado: WhatsApp, Telegram …
Llegado este momento, si lo que quieres es vender online de verdad, ¡te toca contactar con nosotros!