Estos últimos días estamos trabajando en una nueva web que deberá tener fotografías de los productos. Para ser más concretos, con la fotografía de producto se trata de retratar un producto de forma aislada, normalmente con un fondo neutro (blanco, negro o gris) y el destino de esta fotografía suele ser un catálogo impreso o una página web.
Pues durante la sesión de fotografía, me vino la cabeza la tristeza con que me como siempre una hamburguesa. Quizás más que tristeza es decepción, ya que no la reconozco en verla en el plato. O sea, mi hamburguesa nunca es como la de la foto. En momentos que el hambre no te deja pensar con claridad, no tienes claro qué pedir y te guías por las imágenes de las hamburguesas que hay detrás del mostrador. Una esplendorosa hamburguesa y cuando la tienes en el plato no se parece ni de lejos a la que había en la foto … Me pregunto, es necesario que pasen por el Photoshop como si fueran modelos? Por suerte, son pocas las marcas que realizan estas prácticas.
A “Real food, but not really” (Comida de verdad, pero no real) se muestra una hamburguesa, un helado y una bebida bajo las manos de los estilistas de la comida hasta conseguir ser la envidia del restaurante. Colorantes de alimentos, bolas de algodón, gel de imitación, etc. para crear la comida que nos muestra la publicidad. Estos tres vídeos exploran lo que nos esconde la industria alimentaria: los trucos para hacer la comida más bonito de lo que es en realidad.
A pesar de todo, al que no le apetece una hamburguesa? Vamos a un restaurante donde las fotografías de la pared no parezcan del Vogue! Así nos comeremos lo que nos ponen en el plato sin sentirnos estafados. Entonces seguro que está más bueno!